La parálisis cerebral puede detectarse a edades tempranas o durante el periodo de lactancia.
Bebés prematuros o con otros problemas de salud tienen más riesgo de sufrir este tipo de lesiones. Por eso se les hace un seguimiento médico que descarte o confirme las posibles consecuencias para la salud. Sin embargo puede suceder que la parálisis cerebral afecte a niños que en principio no presenten factores de riesgo. En este sentido, durante el primer año de vida se dan una serie de pistas que pueden ayudar a la detección de trastornos neurológicos.
La atención a los tonos musculares anómalos, la falta de coordinación muscular o la persistencia de reflejos propios de la etapa de lactancia es importante para darse cuenta si el niño tiene algún tipo de afección.
Existen varios tipos de parálisis cerebral, en función de la predominancia de un trastorno u otro, (se犀利士
nsitivos, cognitivos, conductuales…), la extensión y gravedad del mismo, causas de la lesión…
Según la web especializada en salud Webconsultas, trastornos como la cuadriplejía, diplejía, paraplejía, hemiplejía y monoplejía, -las forma de parálisis más frecuentes-, pueden manifestarse en: que los puños permanezcan firmemente cerrados, que existan reflejos tónicos del cuello, a menudo mantenidos de forma constante así como posturas de extensión cuando se mantiene en vertical al niño (espalda arqueada y extensión rígida y rotación interna de las piernas).
Otras manifestaciones se caracterizan por movimientos involuntarios, persistencia de reflejos arcaicos y posturas anormales, hipotonía (disminución del tono muscular) en la infancia y movimientos coreoatetósicos y distonías (trastornos del movimiento).
El diagnóstico precoz es fundamental para la puesta en marcha de un programa que mejore la calidad de vida de la persona afectada y estimule progresos que le procuren menos dependencia en el futuro. En este sentido, en CEDANE ofrecemos diferentes servicios y programas para el tratamiento de parálisis cerebral o cualquier otro tipo de trastorno psicomotor o neurológico, desde edades tempranas hasta la época adulta, con el fin potenciar al máximo las capacidades físicas, intelectuales y afectivas, de las personas afectadas a través de programas de intervención de las distintas áreas de desarrollo.
Los programas de terapia de CEDANE ofrecen progresos en el desarrollo de los pacientes, para así facilitar su día a día y el de su entorno.